Donde antes se usaban ampliamente los anuncios de radio, la publicidad televisiva, las vallas publicitarias y la prospección telefónica, hoy dÃa se han impuesto nuevas formas de marketing: envÃo de e mails, banners online, referencias naturales y pagadas, comercio electrónico, marketing de contenidos, redes sociales, empleo de Big Data....
Es con la llegada de la Web diez que las empresas empezaron a diversificar sus formas de comunicación y venta. De este modo aparecieron los primeros sitios de comercio electrónico en 1994, el correo electrónico se transformó en una herramienta de distribución y los anuncios encontraron su sitio en los sitios web. No obstante, en aquel momento, era solo una aplicación de las técnicas tradicionales al ámbito digital. Los cambios reales aparecieron por vez primera con el nacimiento de Google y el énfasis en SEO. Las compañÃas tuvieron que desarrollar nuevas habilidades y centrarse en su contenido en lugar de centrarse en las técnicas promocionales tradicionales, proporcionando de esta forma beneficios reales a los usuarios de Internet. En verdad, pudieron acceder a información realmente interesante y más completa, que ya no se limitaba a un catálogo de productos o a anuncios en color, prometiendo descuentos inusuales.
La segunda revolución tuvo lugar en los años dos mil, cuando la comunicación unidireccional (de la marca al cliente) dio paso a los intercambios, facilitados por la llegada de los foros de discusión, pero sobre todo de las redes sociales. Con unos pocos clics, los usuarios de Internet pueden dejar sus creencias, compartir comentarios, chatear con el servicio de atención al cliente, unirse a una comunidad de marca, o bien incluso participar en el diseño de nuevos productos y servicios en cooperación con las compañÃas.
Además, Internet abre ocasiones en un mercado global al que ya antes era difÃcil acceder para las compañÃas locales. El Marketing Digital es, por ende, tanto más esencial cuanto que deja el acceso a millones de clientes potenciales en cualquier momento del dÃa.
Gracias a las cookies, los datos GPS y las bases de datos, disponen de información valiosa para ofrecer contenidos útiles e interesantes para el usuario de Internet. Esto deja, por servirnos de un ejemplo, enviar códigos promocionales dirigidos, retargeting, apuntar a una determinada categorÃa de la población con anuncios de Facebook, etcétera En la actualidad, todo es más fácil gracias a la disponibilidad de los datos en tiempo real, para adaptarse de forma rápida a las necesidades y no perderse ningún cliente del servicio potencial.
Mientras que parece obvio que la mercadotecnia en Internet puede ampliar sensiblemente la base de usuarios potenciales, también es esencial ser siendo consciente de que es una forma muy eficaz de retener a los clientes existentes. Para ello se pueden usar múltiples palancas:
Recolección y análisis de datos, para conocer a los usuarios, ofrecerles lo que necesitan y mostrarles el interés en su individualidad, para crear una conexión más fuerte con la marca.
La búsqueda de una experiencia de usuario positiva, para ofrecer más que publicidad a los usuarios de Internet y a los usuarios de móviles. La meta es ofrecer un contenido que cuente una historia inmersiva y amena, para que el consumidor recuerde la marca, cree un vÃnculo especial con ella y quiera regresar a entrar en contacto con ella. Por servirnos de un ejemplo, a través de terminales táctiles o tótems interactivos situados en los puntos de venta o en los stands, es posible ofrecer servicios complementarios y de entretenimiento a los usuarios (fotografÃas de recuerdo, juegos, presentación del catálogo completo en versión 3D, etcétera).
Proximidad a los consumidores y la posibilidad de responder a sus preguntas casi de manera instantánea por medio de redes sociales como Twitter o bien Fb Messenger, Chatbots, etc.
Algunos movimientos "anti-inteligencia" y preocupaciones de salud sobre las nuevas tecnologÃas (peligros de las ondas, pantallas, etc.) podrÃan poner en tela de juicio el Marketing Digital. No obstante, en la actualidad nos encaramos a un número creciente de personas con teléfonos inteligentes, tabletas, relojes conectados y otros objetos Marketing Digital Directo conectados a Internet, lo que sugiere un futuro refulgente para el Marketing Digital.
Esto parece tanto más cierto cuanto que las tecnologÃas evolucionan a gran velocidad y la revolución digital está lejos de haber dicho su última palabra, ofreciendo a las empresas cada vez más ocasiones para comunicarse y fidelizar a sus clientes del servicio.
Esto es en especial cierto en el caso de las PDAs, que facilitan la vida diaria de los usuarios, ofreciéndoles contenidos enormemente adaptados. La RA asimismo ofrece nuevas posibilidades, al llevar los objetos virtuales al corazón de la realidad, en ocasiones aun sin que el consumidor los haya pedido.
En un corto plazo, podemos imaginarnos de qué forma los departamentos de marketing van a poder aprovechar las últimas tecnologÃas para ofrecer más rentabilidad a la empresa, pero surgen varias preguntas sobre la comercialización del futuro dentro de 15, 30 o 50 años: ¿podrán las empresas adaptarse tan rápidamente como sea necesario a las innovaciones? ¿La desconfianza en la inteligencia artificial no ralentizará la tecnologÃa digital? ¿No impedirá la protección de los datos y la privacidad, tan apreciados por los consumidores, que las empresas desarrollen sus estrategias digitales como les gustarÃa?
TodavÃa hay muchos campos de aplicación para el marketing tradicional, pero serÃa absurdo negar que el Marketing Digital se basa en la explosión del número de usuarios de medios conectados para imponer su poder.Los hábitos de nuestros conciudadanos están cambiando con la innovación y esto implica una gran capacidad de adaptación por parte de las empresas que hacen todo lo posible para mantener un nivel alto de satisfacción del cliente del servicio.